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viernes, 6 de enero de 2012

Mi segunda vida_Cap Veintinueve

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 Capitulo Veintinueve
Nuevos Problemas
Bella POV
Luego de que Edward se terminara de calmar, juntos, bajamos para encontrarnos con las dos familias listas para hacer preguntas y responder las mías con respecto a lo que había ocurrido. Recordaba muy pocas cosas, entre ellas, esa dolorosa oscuridad.
Había sido tan doloroso, duro, y podría decirse que frío, el sumirme en ese lugar; el dolor que sentí cuando me ataco Darren o el que sentía mientras yacía derrumbada en aquel lugar, no se comparaba con la ola de dolor que penetró mi pecho cuando vi a Edward abatido, arrodillado en el piso sufriendo y desquiciado cuando la mujer llamada Joan dijo que no me volvería ver jamás si yo no hacía nada para luchar contra la oscuridad.
Llegamos a la sala y decidí olvidar lo sucedido y dejarlo atrás, quería ver a mis familias y mostrarles que me encontraba bien y que nada me iba a pasar. Pronto mis padres, mis hermanos, Carlisle y Esme junto con los demás me acorralaron entre abrazos, alegres de que al fin haya podido despertar. Me sentía tan tranquila con tenerlos a todos a mi lado, me infundía mucha paz y como era de esperar después de los apretados abrazos, la lluvia de preguntas no se dejó esperar.
-¿Como te sientes, Bella? ¿Segura que todo en ti marcha normal? -las típicas bromas de mi hermana Sophy- ¿Dinos que fue lo que paso? ¿Por qué no reaccionabas? -y así como estas vinieron miles de preguntas mas. Me sorprendió notar que ni Jaime, Nicky y Lena estaban por allí.
"Se fueron a la casa de una tal Tiffany hace unos días. Tus padres no querían preocuparlos…" me contestó Edward por su mente al darse cuenta de mi sorpresa mientras el torbellino de preguntas seguía. Sin pensarlo dos veces Edward me tomó de la mano y me llevo hasta uno de los sillones de la sala para que nos pudiéramos acomodar, para después responder a las miles de preguntas que tenían los demás. Podría decirse que todos estaban un poco alocados y consternados por lo que me había pasado. Sabía que querían respuestas y se las debía dar para poderlos tranquilizar. Dejé escapar un pequeño e innecesario suspiro y me dispuse a hablar.
La charla había sido larga y un podo difícil de llevar. Había conocido a Joan, que al fin y al cabo, había sido ella la que había tomado mis manos y que de alguna manera con sus palabras me motivo a luchar. Tenía un don extraordinario, y poderoso, uno que me había llenado de curiosidad, por lo que no pude evitar absorberlo. Ella se metía en la mente de alguien, para así, poder ver su pasado y presente, y sentir los sentimientos que esa persona tendía a emanar.
El tiempo se nos fue pasando entre charla, y a pesar de lo sucedido, me sentía plena y dichosa, rodeada de las risas y las ocurrencias que solo mis familias me podrían dar.
-¿En que piensas? –me preguntó Edward acariciando mi rostro cuando me vio radiante de alegría mientras observaba el gran marco familiar.
Las dos familias interactuaban juntas y eso era lo menos que podría esperar. Los Cullen y los O'Conner eran maravillosos, y no me sorprendían sus lazos de amistad.
-Me preguntaba si realmente me encontraba en el lugar correcto, -suspiré- o si simplemente era un sueño donde apreciaba todo lo que quería y en segundos se desvanecía llevándose mi felicidad…-le dije mirándolo a los ojos, mostrándole mi miedo de perderlos nuevamente y no volver a verlos más.
-Estas justo en el lugar correcto, Bella, donde siempre estuviste y donde siempre estarás -dijo Edward mirándome con amor mientras llevaba mi mano a la altura de su corazón, indicándome que realmente esto era real y que me encontraba en el lugar que debía estar.
-Te amo…-le dije en un susurro a manera de que solo el pudiese escuchar.
-Yo te amo mas…-dijo acercándose hasta mi boca para poderla besar.
Sus labios acariciaron tiernamente los míos, y en ese momento no me importó que los demás estuviesen en el lugar, amaba a Edward Cullen, y eso era algo que difícilmente iba a cambiar. Besó una vez más mis labios y luego se separo de ellos para poderme mirar.
Recosté mi frente sobre la suya mirando su belleza, amándolo cada segundo que pasaba, sus manos acariciaron mis mejillas y el sentir su suave y ya no duro tacto, me hizo cerrar mis ojos disfrutando de su caricia, y de el amor que estas lograban demostrarme.
-Te amo, Bella, y no podría concebirme con vida si tu ya no estás a mi lado para ayudarme a llevar esta eternidad, moriría sin pensarlo solo por estar contigo y volverte amar. Eres mi vida, y moriría si no te volviese a ver jamás -dijo escondiendo su cabeza entre mi cuello, abrazándome más a él y haciéndome sentir especial.
-No pasara jamás, tengo una eternidad para poderte amar -le dije con seguridad antes de que la visión de Alice se mostrara ante nosotros y nos hiciera tensar.
Carlie, la chica que estaba con Darren, estaba furiosa y se quería vengar. Al parecer, Darren era su compañero, y como tal, quería vengar su muerte.
La visión se Alice llegó hasta ahí, y al instante que terminó, comenzó a relatar lo que había visto. Pero yo, mientras tanto, la seguí sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera Edward.
La decisión estaba tomada. Podía ver todos aquellos jóvenes a quienes ella les quitaría su vida humana, transformándolos e integrándolos en aquel ejercito, con fin de venganza.
Las visiones de Alice podían ser seguras como no, por lo que la mayoría estaba esperanzada de que no ocurriera. Pero las mías eran reales, quisieras o no.
-No puedes estar hablando en serio…-dijo Josh levantándose de su asiento y mirándome preocupado. Era obvio que había escuchado a mis pensamientos gracias al don que compartíamos- Sí, lo oí –dijo serio contestando a mi pensamiento- Dime, por favor, que no es cierto…
Bajé mi mirada al suelo, solo nos tocaba prepararnos para la guerra y enfrentar a quienes sean los que tendríamos que enfrentar. La tal Carlie, se veía enfadada y decidida a pelear, pude ver lo que se venía y me odie el traer más problemas a los seres que apreciaba de verdad.
-Lo único que nos queda es prepararnos…-dijo Eleazar suspirando luego de que intentaran buscar otra alternativa a mi visión.
-Pero, ¿y los Vulturis? –preguntó Carlisle confundido- Tienen que venir, es su obligación…
-Ellos vendrán, -contestó Eleazar- pero nada los obliga a que lo hagan en un determinado momento…
-Eso quiere decir que vendrán luego de que el ejército llegue aquí –expliqué con la voz algo rota, ganando la atención de todos los que estábamos en la sala.
Edward, que estaba a mi lado tomó mi mano y le dio un ligero apretón. Él se había dado cuenta de mi culpa.
-Lizy…-me reprochó Sophy- No es tu culpa, -yo solo bajé mi mirada sin poder contestarle.
Cuando la mayoría de los presentes en la sala iban a protestar por lo que sentía en mi interior, mis hermanos llegaron junto con Lena.
-¡Hola familia! –entró gritando Nicky. Jaime y Lena entraron tomados de las manos- ¿Porque esos rostros demacrados? –dijo la enana con preocupación al vernos a todos.
-Tenemos que hablar…-dijo Eleazar mientras les señalaba lugares para que pudieran sentarse.
-Hola, ¿cómo están? Nosotros bien, pero con una duda, -dijo Jaime en tono sarcástico, pero con una pizca de enojo que únicamente yo me di cuenta, provocando que la mayoría riera, excepto yo. Lo conocía bastante bien como para saber cuando hablaba en serio y cuando bromeaba- Quisiéramos saber, ¿por qué diablos nos mandaron a la casa de Tiffany? –preguntó esta vez serio, sin bromear, haciendo que todos se callaran.
El silencio reinó durante unos segundos, que parecieron minutos, o quizás horas. Yo estaba realmente nerviosa. ¿Cómo tomaría Lena la noticia de Darren? O peor, ¿cómo la tomaría Jaime? Edward se había dado cuenta de mi nerviosismo, por lo que volvió a apretar mi mano.
-¿Qué? Ahora el gato les comió la lengua…-dijo señalando a Arthur que se encontraba en el regazo de Carmen. Este levantó su cabeza al escuchar que hablaban de él.
-Jaime, cálmate, no estamos para tus estupideces –lo regañé poniéndome en pie mientras todos me miraban perplejos- Ahora, siéntense y tranquilícense los tres –dije al darme cuenta de sus emociones y sentándome otra vez en mi lugar.
Los tres se sentaron sin decir ni una sola palabra. Jaime y Nicole sabían que cuando me enojaba o hablaba en serio, era mejor hacerme caso aunque no quisieran, pero Lena, solamente los siguió al temerme por mi forma de reaccionar.
"Nunca te había visto así…" comentó Edward por su mente. Liberé mi escudo para contestarle.
"Siguen siendo adolescentes, Edward. Y son mis hermanos, tengo que saber controlarlos" pensé sentándome derecha al notar que mis hermanos me miraban.
"Eres increíble…" pensó Edward sin esconder su hermosa, para mí, sonrisa.
-Bueno, -llamó Eleazar aclarándose la garganta- niños, se que tienen dudas, y aquí estamos para resolverlas…-dijo antes de que Nicky fuera la que hablara esta vez.
-Okey, empecemos por el porqué nos mandaron tan repentinamente a la casa de Tiff…-pidió cruzándose de piernas y poniendo toda su atención en mí. La miré seria, sabía que cuando hacía eso era porque quería que yo fuera la que explicara todo.
-¿Quieres que yo hable? –le pregunté devolviéndole la mirada desafiante.
-Por favor…-me pidió indicando con su delicada mano que comenzara y con una sonrisa de suficiencia. Le di un ligero gruñido que ella contestó con una sonrisa aún mas engreída.
"¡Ja! Tienen tu carácter, ambos…" pensó Josh con una sonrisa. Edward rió al escucharlo y Josh le siguió sin disimular.
"Muy graciosos…" pensé dejando que ambos me escucharan.
Nicky se aclaró la garganta mientras me miraba fijamente con esa sonrisita. La ignoré y comencé a explicar.
-Cuando volvía de la casa de Edward, -comencé mientras mis hermanos y Lena me prestaban la total atención- Darren apareció…
-¡¿Qué? –gritó alterada Lena. Jaime, al instante, comenzó a sobarle la espalda intentando calmarla.
Liberé una oleada de calma al mismo tiempo que Sophy y Jasper, por lo que, tanto a Lena como mis hermanos y todos los presentes en la sala, no les quedó otra que dejarse llevar por el sentimiento. La oleada fue fuerte al juntarnos los tres a producirla. Edward suspiró al sentir la oleada, al igual que todos.
-Cálmate, todo está bien –le dije a Lena mirándola fijamente- Darren, está…muerto…-Lena suspiró más aliviada ante mis palabras y se dejó llevar completamente por las oleadas.
-Solo, hay un problema…-dijo Josh ganándose gruñidos de parte de todos.
-¿Problema? ¿Cuál? –preguntó Jaime. Me paralicé, no tenía pensado contarles toda la historia de repente.
-Darren atacó a Bella para sacarle información sobre Lena –contestó Edward a Jaime mientras acariciaba mi mano con su pulgar. Agradecí enormemente que él hubiera contestado, pero el rostro de mis hermanos me preocupó aún más.
Jaime y Nicky estaban sorprendidos y preocupados, pero Lena estaba horrorizada y, al igual que mis hermanos, preocupada. Nicole se paró al instante y se colgó a mi cuello abrazándome.
-Bella…-susurró preocupada antes de sentarse en el lugar libre que quedaba a mi lado y tomar mi mano libre entre las suyas- ¿Estas bien?
-Sí, cariño, ahora estoy mejor –le contesté con una sonrisa y besando su frente.
-Dime que no nos mandaron a la casa de Tiffany para ocultarnos que estabas mal…-me pidió Jaime arrodillándose enfrente mío, colocando sus brazos en mis piernas. Edward soltó mi mano para que pudiera tomar las de Jaime, le sonreí antes de acariciar el rostro de Jaime.
-Lo lamento, pero era lo mejor –dije besándolo en la frente.
-¿Qué fue lo que te hizo? –preguntó Nicky luego de darme un beso en la mejilla. Me di cuenta que estaba arrepentida por como había actuado antes.
-Te hizo entrar en la oscuridad…-susurró la rota voz de Lena. Dirigí mi rostro atónito hacia Lena, al igual que todos. ¿Cómo es que ella sabía?
-¿Cómo lo sabes? –preguntó Edward con el rostro más pálido de lo que ya lo tenía.
-De eso se trata el don de Darren…-alcanzó a decir antes de que Emmet interrumpiera.
-Se trataba…-corrigió ganándose un aplauso gracioso departe de Josh y una golpiza en la cabeza de parte de Rosalie.
-Okey, -concordó Lena- de eso se trataba el don de Darren. No por algo podía emitir cualquier don –dijo mirándome con tristeza- Bella, ¿cómo lograste salir? –fruncí el ceño confundida.
-¡Aguarden! ¡Me perdí! –gritó Josh confundido. Emmet rió divertido.
-Lena, ¿quieres decir que el don de Darren es el que produce que entres en esa oscuridad y no tu mismo? –preguntó confundido Eleazar. Lena frunció el ceño.
-¿Por qué uno mismo iba a querer entrar allí? –todos en la sala estaban realmente atónitos, incluyéndome.
Entonces, la realidad era que Darren había producido esa angustia en mi, y no yo misma. Eso quería decir que Joan se había confundido.
-Pero, Joan dijo…-comenzó a decir Sophy, pero Rose la interrumpió.
-Joan se equivocó. Lo que Bella sentía, era producido por Darren, no por ella misma…-explicó Rosalie seria.
El silencio reinó en la sala durante varios minutos. Cada uno intentaba encontrar una explicación a lo que había ocurrido en sus mentes, pero todo era confuso.
-Bella, aún no me dijiste como lograste salir…-dijo Lena mirándome con expectativa.
-Edward, -dije mirándolo con una sonrisa y tomando su mano. Él me la devolvió con dulzura- Joan dijo que si yo no luchaba contra la oscuridad, no volvería a despertar –Lena asintió comprendiendo a que me refería- Y, la acción, o el recuerdo de Edward hizo que volviera…-dije suspirando con la sonrisa pegada en mi rostro.
Me era imposible quitarla, amaba a Edward Cullen, y eso estaba bien claro para todos. Varios suspiros se escucharon en la sala, obviamente, provenientes de las chicas. Edward se acercó y me dio un tierno beso en mi mejilla, haciendo que algunos rieran.
-Okey, la escena es muy tierna, pero, ¿pueden decirnos cual es el problema del que hablaban? -preguntó Jaime sentándose al lado de Lena otra vez.
Miré a Eleazar para que comenzara, esta vez no podía ser yo la que hablara, al menos hasta determinado momento. Eso quería decir, cuando las cosas se fueran de control.
-Cuando Darren fue en busca de Bella, no fue solo…-el rostro de Lena se palideció- Fue con una tal, Carlie.
-Mi hermana…-susurró Lena con los ojos abiertos como platos.
-¡¿Qué? –se escuchó el grito de todos los presentes en la sala.
-Sí, lo descubrí el día anterior a que nos volviéramos de Volterra –aclaró un tanto inquieta.
-¿Por qué no me lo dijiste? –le pregunté un tanto herida. Eso quería decir que ella aún no confiaba en mí.
-Bella, no pienses que no confío en ti, -aclaró al notar mi voz- es solo que no quería involucrarme con ella. Carlie, es…mala…-dijo bajando su mirada.
-Está bien, cariño, no tienes que disculparte. Lo entiendo –dije intentando que se sintiera mejor.
-¿Qué pasó con ella? –preguntó Lena a Eleazar, volviendo al tema principal.
-Ella vino con Darren a buscarte, y atacaron a Bella –contestó Eleazar antes de que Lena se tensara.
-Suerte que llegamos antes de que la mataran –comentó Emmet ganándose otro golpe de parte de Rosalie y varios gruñidos.
-Los Cullen mataron a Darren, –continuó Eleazar mientras Lena suspiraba aliviada- pero Carlie huyó.
-Eso quiere decir…-dijo Jaime intentando entender y apurar el relato.
-Carlie, está planeando formar un ejército de vampiros para vengarse de nosotros –el rostro de mis tres hermanos, incluyéndola a Lena en ellos, dio miedo. No por la furia, si no por el temor.
-Esto es mi culpa…-dijo Lena al instante con la voz quebrada.
-Lena, no…-intenté calmarla, pero no me dejó continuar.
-¡Sí, lo es! Yo no tendría que haber venido, ¡solo causo problemas! –gritó poniéndose en pie y tratando de salir de la casa.
La seguí hasta afuera a mismo paso que Jaime, mientras intentábamos que ella se calmara y pensara bien lo que estaba diciendo. Las dos familias nos siguieron por atrás.
-¡Lena! ¡Detente allí y escúchame! –le grité justo cuando ella llegó a la entrada del bosque. Lena se paró en seco, mientras gemía de dolor y angustia, pero también podía detonar un poco de enojo. Se giró con el rostro demacrado y molesto.
-Absorbiste mi don…-dijo enojada.
-No me diste otra alternativa -dije cruzándome de brazos- No quieres escuchar por las buenas, te haré escuchar por las malas –ella cerró sus manos en puños y bajó su mirada al suelo.
Sentí cómo Jasper mandaba una oleada de paz y tranquilidad por todo el lugar. Asentí en forma de agradecimiento.
-Lena, tranquila –susurró Jaime acercándose a ella. Cuando lo hizo, la abrazó y ella comenzó a sollozar en su cuello.
"¿Me pase?" le pregunté a Edward cuando sentí sus brazos alrededor de mi cintura.
"Un poco…" me contestó besando mi mejilla. Asentí mientras iba hacia Lena.
-Lo siento, cariño –me disculpé cuando Lena se lanzó a mi cuello a abrazarme.

Woow, que momento tenso. :/ Pero se debía la explicación así que... ;)
Alguien por allí que quiera dejarme un review? ^^
Las kiero!
Peace. Out.
Ally C-B.

2 comentarios:

 
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